La manera de comunicar y de hacer publicidad están sufriendo un cambio sin precedentes en los últimos años.
En España, la inversión publicitaria en medios tradicionales ha sido superada por la inversión en medios no convencionales (57,1% vs 42,9% según el estudio de InfoAdex 2018).
La transformación digital ha atraído consigo la especialización de las agencias. Y han surgido numerosas micro agencias especializadas en el nuevo entorno tecnológico. Cambiando así la manera en que las grandes agencias se repartían el mercado.
El marketing está inmerso en una transformación que va de la mano de la irrupción y consolidación de las nuevas tecnologías que están cambiando los modelos de negocio.
Las 4’Ps del marketing mix definidas por E. Jerome McCarthy en la década de los 60 se crearon para atender a un mercado de masas y más perceptivo a los impactos publicitarios.
- Product (Producto). Que responde a la pregunta ¿qué voy a vender?
- Price (Precio) ¿Cómo fijar el precio óptimo en cada caso?
- Place (Distribución) ¿Dónde venderé mi producto?
- Promotion (Promoción) ¿Cómo daré a conocer mi producto?
El modelo SAVE transformó las 4P’s en las 4C’s centrándose ahora en el consumidor y su ciclo de compra.
- Consumidor. El producto satisface la necesidad del consumidor.
- Costes. Se cambia el concepto de precio por el de valor del producto que percibe el consumidor.
- Comunicación. Es personalizada para cada tipo de consumidor y bidireccional. El cliente expresa sus deseos y su satisfacción.
- Conveniencia. La promoción se centra en comunicar los valores de la marca.

Cada vez se centra más en la satisfacción del cliente. Personalizando la oferta a sus gustos y adaptándolos a la realidad de cada uno. El precio sigue perdiendo fuerza frente a la obtención de la satisfacción al obtener el producto deseado. La distribución se ha transformado con el e-commerce. Haciendo posible la compra desde cualquier dispositivo móvil y las 24 horas del día. Y por último, la promoción a través de redes sociales, peer to peer, influencers, etc. Así como la utilización de las nuevas tecnologías que permiten maximizar la rentabilidad de los datos que recibimos del consumidor.